Por otro lado, Saitec pretende “identificar las variables que mejor pronostiquen el daño en los diferentes elementos de la estructura; de manera que se pueda predecir su vida útil a través de una serie de sensores”. Además, la ingeniería española se propone también “identificar los posibles retos y riesgos derivados de la logística y el transporte del demostrador desde la ubicación de fabricación/ensamblaje hasta su ubicación de operación final”. Respecto a la operación y el mantenimiento del aerogenerador flotante, “se establecerán las operaciones necesarias para asegurar un funcionamiento óptimo gracias al sistema de accesibilidad con el que cuenta la plataforma”.
El Abra del Sardinero, en la costa cántabra, ha sido el lugar seleccionado para BlueSATH debido a sus condiciones metoceánicas (viento, oleaje, corrientes y profundidad). Según Saitec, esta es “una ubicación idónea al ofrecer protección frente a los severos temporales del Noroeste gracias a la presencia del Cabo Mayor, que consigue atenuar en gran medida las alturas de ola incidentes en el interior de la Bahía; esto da lugar a un entorno real con condiciones escaladas e idóneas para realizar este ensayo”.
Las conclusiones que se obtengan serán empleadas para el siguiente modelo a escala real (de dos megavatios, 2 MW), que se instalará en la plataforma vasca de energías marinas (Bimep) a partir de 2021.
El 75% del presupuesto de subcontratación -informa Saitec- se ha destinado a empresas de la región y ha contado con la participación de miembros del Cluster Seas of Innovation Cantabria tales como el Puerto de Santander, IHCantabria, Degima, Astander y Acorde. Según la ingeniería española, “este proyecto resulta clave por cuanto permitirá seguir desarrollando las energías renovables, contribuyendo a lograr una clara mejora en los objetivos globales de sostenibilidad mediante el recurso del viento a mayores profundidades para generar energía”.